Vida Marista
Hermanos Maristas
Los hermanos maristas somos hermanos consagrados a Dios, que seguimos a Jesús al estilo de María, que vivimos en comunidad y que nos dedicamos especialmente a la educación de los niños y de los jóvenes, con más cariño por aquellos que más lo necesitan.
NUESTRA IDENTIDAD COMO HERMANOS HOY
En la fiesta de la presentación de María en el 2014, el Papa Francisco describió los tres principales objetivos del año de la vida consagrada como:
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Mirar al pasado con Gratitud.
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Vivir el presente con Pasión.
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Abrazar el futuro con Esperanza.
Este Secretariado, hace igualmente eco de estos objetivos. Como Hermanos Hoy, agradecemos nuestro crecimiento fraterno durante los pasados 198 años del Instituto. El Secretariado integra actualmente las áreas que en años recientes fueron atendidas por la Comisión de vida religiosa y el Secretariado de Vocaciones
El XXI Capítulo General, celebrado en el 2009, nos invitó a “Salir de prisa, con María, a una nueva tierra”… a vivir “una nueva vida consagrada”, que promueve “un modo nuevo de ser hermano”… y “con una presencia significativa entre los niños y jóvenes pobres”. Es en este contexto que nace el Secretariado Hermanos Hoy.
Vivimos el presente con pasión, lo cual nos compromete a tomar conciencia de la importancia de cuidar nuestra vocación marista por medio de la formación permanente a lo largo de nuestra vida como consagrados que somos. Nos entregamos de corazón y colocamos nuestra energía para aprender nuevas maneras de ser Maristas, como hermanos y como laicos. De ahí las propuestas que llevamos a cabo, desde el Coloquio Internacional sobre Formación Inicial, como los diversos programas ofrecidos: Tercera edad, post-perpetuos ‘Gier’, programa para Hermanos de media edad ‘Senderos’, etc. A la vez, estamos atentos al Patrimonio Espiritual Marista.
Como Hermanos Hoy, estamos respondiendo a la llamada del XXI Capítulo General sobre una nueva comunión con los laicos y la formación de comunidades internacionales en nuevas tierras. Este Secretariado abraza el futuro con esperanza y se atreve a soñar con audacia junto a los otros Secretariados de Misión, de Laicos, de la FMSI y de la CMI la promesa divina que ya estamos experimentando mientras nos acercamos a nuestro bicentenario.
Laicos
Los hermanos maristas somos hermanos consagrados a Dios, que seguimos a Jesús al estilo de María, que vivimos en comunidad y que nos dedicamos especialmente a la educación de los niños y de los jóvenes, con más cariño por aquellos que más lo necesitan.
Los laicos maristas somos cristianos y cristianas que hemos escuchado en nuestra vida la llamada de Dios a vivir el carisma de Champagnat y, desde el estado de vida laical, respondemos a ella.
LA INICIATIVA DE NUESTRA VOCACIÓN VIENE DE DIOS
Él nos ama y quiere nuestra plenitud, por eso nos invita a cada uno a recorrer un camino único. De este modo, la vocación laical marista no nace como una necesidad en momentos de crisis vocacional de los hermanos, ni como una manera de manifestar el afecto hacia ellos. Es una llamada personal a una forma específica de ser discípulos de Jesús.