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La Misión Marista es Compartida

  • Foto del escritor: Maristas México Occidental
    Maristas México Occidental
  • hace 15 horas
  • 4 Min. de lectura

REVISTA VOCES DE PROVINCIA | BLOG IV | VOZ EXPERTA

POR: MEE. Nidia E. Gamboa Ordúñez | Coordinación Preescolar – Colegio Montejo

 

 ¡El maestro no entiende! ¿Dónde estaba la maestra cuando pasó? Ustedes son la escuela; ¿Cómo le van a hacer? Gracias por comentarnos todo esto, ¿Qué podemos hacer en casa? No estoy de acuerdo, él no es así en casa. Yo fui así de niño y no pasó nada, veme. ¿Dónde están los valores Maristas? 


Estas y muchas otras frases se escuchan cada día en las escuelas, en voz de madres, padres y tutores que, desde su experiencia, buscan comprender, defender o acompañar a sus hijos. Para docentes, psicólogos y directivos, estas expresiones se han vuelto cotidianas, unas más fáciles de abordar que otras. Sin embargo, hay una que tiene el poder de abrir caminos, de cambiarlo todo: “Gracias por comentarnos todo esto, ¿Qué podemos hacer en casa?” y es en la que tenemos que centrarnos. 

Esa pregunta encierra una gran oportunidad. Porque ahí donde hay disposición, hay alianza. Donde hay interés genuino por acompañar, hay logros. En esa frase hay emociones, apertura, voluntad de comunicación, pero sobre todo, hay compromiso compartido

Hace unos días tuve la fortuna de participar en la plática “Mi hijo, mi reflejo” impartida por un especialista, dirigida a padres de familia del colegio. Una frase de su intervención se quedó grabada en mi mente y corazón: “La crianza es en comunidad”. Él hablaba de cómo educar a un niño o una niña no es tarea individual. Se necesita una red de apoyo: papás, mamás, abuelos, amigos, maestros, entrenadores… todos somos parte. Esa red que sostiene, que acompaña, que educa. 

Esto me hizo reflexionar aún más del papel fundamental que tienen los padres de familia en nuestras obras Maristas. La escuela no puede, ni debe caminar sola. La formación de un niño o adolescente necesita presencia activa por parte de quienes tienen la responsabilidad directa de su crecimiento. 

Los padres son los primeros educadores, los aliados más cercanos de los maestros. Porque cuando la familia y escuela hablan el mismo lenguaje, cuando comparten valores, límites y objetivos, el mensaje para el alumno es claro, congruente y fuerte. Es ahí cuando la educación toma fuerza y se transforma en una verdadera formación. 

 Uno de los pilares que nos dejó San Marcelino Champagnat es la Presencia. No solo estar físicamente, sino estar de verdad, con atención, con escucha, con cercanía, con apertura. Estar para acompañar, para orientar, para crear confianza 

y cuidar al otro. Hoy más que nunca ese pilar debe de hacerse vida, en docentes y padres de familia. Sabemos que el ritmo cotidiano es exigente, que los compromisos son muchos, pero el tiempo que se invierte en los hijos siempre rinde frutos. Estar presentes y participar activamente en un festival, asamblea, actividad cultural o deportiva, en una reunión con la maestra para apoyar a los hijos y conocer cómo van es lo que ayuda a consolidar su formación, es importante … estar. 

Como Marista, he tenido la oportunidad de vivir esta misión desde varios roles: como mamá, como maestra y hoy como coordinadora. En cada etapa he comprendido algo muy claro: Vamos todos hacia el mismo lado. Padres, docentes, directivos, psicólogos… todos jugamos en la misma cancha. Todos tenemos el mismo objetivo: el bienestar y la formación de nuestros niños y adolescentes

Fui esa mamá Marista que escuchó lo que sus hijos necesitaban fortalecer y comprendí que el trabajo en equipo con la escuela era indispensable. Fui esa maestra Marista que buscaba el respaldo de las familias para impulsar el crecimiento de sus alumnos. Y hoy, por invitación de los hermanos soy coordinadora, acompaño desde otro ángulo a docentes y padres de familia con la misma convicción: el alumno está al centro

Educar en comunidad no es una frase bonita, es una necesidad real. La escuela no sustituye a la familia, ni la familia reemplaza a la escuela. Nos necesitamos mutuamente, solos no podemos. 

Y por supuesto, dejé las mejores frases y apoyo de los padres de familia para el final: 

“Cuenta con ello”, agradezco todo lo que haces y que te involucres tanto con mi hija. 

Nunca me imaginé lo que percibes y lo tomaré en cuenta para ayudarlo con este tema. Gracias por apoyarlo. 

Gracias por cuidar, proteger y acompañar a mis hijos. Gracias porque sienten que este espacio es seguro para ellos y que cuentan con ustedes para compartir sus emociones y calmar sus miedos. Como mamá, no tengo palabras para agradecer lo que en el colegio nos han ayudado como familia. 



La misión Marista es compartida. Cuando padres de familia, estudiantes y educadores asumimos ese compromiso de forma conjunta, la educación cobra verdadero sentido. Porque la educación Marista no solo forma estudiantes… forma personas. 



¿Qué rol quieres jugar en la educación de tus hijos? La comunidad Marista te invita a reflexionar y a ser un agente activo en su formación. 

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