Misión & Valores
Misión Marista
Discípulos de Marcelino Champagnat, Hermanos y Seglares, juntos en la misión, en la Iglesia y en el mundo, entre los jóvenes, especialmente los más desatendidos somos sembradores de la Buena Noticia, con un estilo peculiar marista, en la escuela, y en otros campos educativos. Miramos hacia el futuro con audacia y esperanza.
El centro de la misión de Marcelino Champagnat era “dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar”, viendo en la educación el medio de llevar a los jóvenes a la experiencia de la fe, y de hacer de ellos “buenos cristianos y buenos ciudadanos”.
Hacemos nuestro su pensamiento de que “para educar bien a los niños hay que amarlos, y amarlos a todos por igual”. Según este principio, las características particulares de nuestro estilo educativo son: presencia, sencillez, espíritu de familia, amor al trabajo y seguir el modelo de María. Intentamos adoptar estas actitudes y valores como nuestra forma de inculturar el Evangelio.
Es la suma de estas cualidades y su interacción lo que da a la metodología marista su originalidad, inspirada por el Espíritu.
Valores Maristas
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LA AUDACIA
Entendida como acción emprendedora, atenta a las señales de los tiempos, en la toma de decisiones inéditas y valientes, en el enfrentamiento de lo nuevo, en la explotación de nuevas posibilidades y en la promoción de cambios.
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EL ESPÍRITU DE FAMILIA
Comprendido como la afirmación de pertenencia a una familia de la cual emana el amor, la ayuda mutua, la alegría y la acogida al pluralismo y a la diversidad, aceptando a todos como diferentes y complementarios.
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LA ESPIRITUALIDAD
Definida como la vivencia a partir del Evangelio, teniendo a María y a San Marcelino Champagnat como inspiradores de nuestra forma de ser y actuar. La espiritualidad es la fuerza motora que le da sentido y armonía a la vida, ilumina la comprensión del mundo y orienta a la persona en su relación con Dios, consigo misma, con las personas y con la naturaleza.
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LA PRESENCIA
Comprendida como la búsqueda de un ambiente de armonía, cuidado y respeto, por medio de la cercanía atenta y disponible en los ambientes en que se desarrolla la misión. También se comprende como la proximidad con las personas y el cultivo de una relación de confianza.
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LA SENCILLEZ
Definida como un estilo de vida en la esfera personal e institucional. Se traduce en la búsqueda de autenticidad, permitiéndole al sujeto reconocer las propias potencialidades y limitaciones. Tiene como una de sus formas de manifestación el respeto por el otro.
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LA SOLIDARIDAD
Se manifiesta por la sensibilidad a las necesidades de las personas, de modo especial las de los pobres y excluidos. También se manifiesta en el compartir de dones personales y de bienes materiales, en la promoción de la paz, de la justicia y de la vida, como señal de esperanza en el mundo.
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EL AMOR AL TRABAJO
Traducido como disposición y espíritu cooperativo en la realización del trabajo, desarrollando talentos y colocándolos al servicio del bien común.